Construir una vida libre de violencia hacia los niños, niñas y adolescentes

Jueves, 27 Abril 2017
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Las cifras registran un crecimiento respecto a la medición del año anterior de 39%, las cuales fueron detectadas, abordadas y registradas por operadores de infancia y adolescencia, mediante intervenciones enfocadas a la detención de la violencia, la restitución del ejercicio de derechos y en la medida en que esto fue posible, la reparación del daño sufrido.

Según el informe de Gestión 2016 elaborado por el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) ,durante el año pasado hubo 2.647 situaciones de violencia hacia niños y niñas, lo que es casi siete casos por día. La mayoría de las situaciones registradas fueron crónicas y recurrentes. El 62% de los niños y niñas que fueron víctimas no logró visualizar la violencia y el 93% de las personas que agreden a niños y niñas son familiares directos o integrantes del núcleo de convivencia, indica el informe.

Los datos presentados muestran que el 44% de las víctimas tienen entre 6 y 12 años, mientras que el 32% se da entre 13 y 17 años, siendo la violencia emocional la más común entre las vulneraciones hacia niños, niñas y adolescentes (42%), luego le sigue la violencia física y sexual, que se da en un 20% cada uno, por último el maltrato por negligencia constituye el 18% de los casos.

El Informe se presenta desde la responsabilidad estatal de rendir cuentas ante la ciudadanía por sus actuaciones y se rescatan para ello aspectos conceptuales acordados en ese ámbito, en el esfuerzo por comprender el origen del maltrato y abuso sexual hacia la infancia y la adolescencia y que están en la base de las definiciones de políticas para combatirlos.

Al hacer públicos los datos anuales, este documento no solamente muestras cifras, gráficas, cuadros comparativos, etc. que hacen a lo meramente estadístico; sino que además y sobre todo pone en la agenda pública y en la ciudadanía en general el abordaje de un problema que trasciende los límites del “hogar” y la “familia”.

El esfuerzo y el compromiso exigido también está dirigido a las situaciones que no llegan a ser denunciadas, a la importancia de la detección e intervención a tiempo, de construir una vida libre de violencia hacia los niños, niñas y adolescentes y de poder discernir entre todos la frontera entre lo privado y lo público cuando de violencia se trata y actuar oportunamente.

Modificado por última vez el
Lunes, 04 Diciembre 2017